¿Es posible combatir las enfermedades desde la cocina?
Y más aún: ¿Puede un solo ingrediente culinario ayudar en la prevención?
En otras palabras: ¿sabor y salud pueden luchar juntos contra una patología?
¡Rotundamente, sí! Tenemos que ser inteligentes a la hora de elegir bien lo que dejamos entrar en nuestro cuerpo. En Quiropráctica Salud Integral educamos a nuestros pacientes a tomar más y mejores decisiones.
Desde tiempos inmemoriales, existen alimentos que nos ayudan a mejorar la salud y a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Son aquellos que cumplen la doble función de protegernos de la enfermedad a la vez que satisfacen nuestra necesidad primaria de comer. Y entre ellos, hay uno que destaca por encima de todos los demás. Te doy un par de pistas:
- Se utiliza en la elaboración del curry, al que aporta su característico color amarillo.
- Las investigaciones científicas le atribuyen cientos de propiedades terapéuticas (antiinflamatorias, antivíricas, antioxidantes e incluso de prevención del cáncer).
Seguro que no ha tenido que pensar mucho, efectivamente, se trata de la cúrcuma.
Hoy me gustaría hablarle del actor principal en este particular escenario culinario/medicinal. Un ingrediente fuera de lo común, que le permitirá cuidar y prevenir su salud ante infinidad de patologías mientras disfruta de su sabor único en la gastronomía.
Corte de raíz con la enfermedad
La Curcuma longa es una planta originaria de la India y del sudeste asiático cuyo nombre deriva de kurkum, que en árabe antiguo significa azafrán, por lo que también es conocida como azafrán de la India o asiático.
Así, la cúrcuma se ha venido utilizando con éxito para aliviar problemas digestivos, como antiinflamatorio y en uso tópico por su capacidad de cicatrización. Incluso el Ayurveda recoge sus virtudes como antiparasitario y antibacteriano.
Todo este poder curativo de la cúrcuma proviene de sus tallos subterráneos, los rizomas. Esta especie de raíz concentra los principios activos, un tipo de compuestos fenólicos denominados curcuminoides entre los que destaca la curcumina, principal responsable de la bioactividad de esta planta y sus beneficios terapéuticos.
El potencial de este maravilloso compuesto cuenta con el aval de su uso como planta medicinal a lo largo de los tiempos. Pero no ha sido hasta hace unos años cuando la ciencia ha podido refrendar lo que la medicina tradicional ya sabía: que la cúrcuma es muy útil ante la enfermedad. Mejor dicho, ante muchas y variadas enfermedades. No sería de extrañar, por tanto, que tras leer lo que viene a continuación decida incluirla para siempre en su menú.
La cocina más sana del mundo, avalada científicamente
Durante los últimos veinte años, la cúrcuma ha sido objeto de innumerables investigaciones con el fin de explicar y confirmar sus propiedades terapéuticas.
Aproximadamente unos 6.000 estudios biomédicos realizados alrededor del mundo han demostrado desde entonces los extraordinarios beneficios de este ingrediente tan sabroso como saludable.
Según la investigación científica, la cúrcuma produce un efecto positivo en el organismo sobre más de un centenar de procesos fisiológicos, similar al de los analgésicos y antiinflamatorios. Pero a diferencia de estos últimos, al tratarse de una planta -no me cansaré de repetírselo- lo hace de una manera natural, eficaz e inocua, sin efectos secundarios.
Tal es así que incluso organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprueban su uso para problemas digestivos (gases, digestiones lentas y pesadas, dispepsia) e incluso para ayudar a regenerar la mucosa gástrica, gracias a su efecto cicatrizante.
Además, los diversos estudios científicos han acreditado múltiples indicaciones terapéuticas:
- Sus propiedades antiinflamatorias pueden resultar de gran utilidad en todas aquellas enfermedades que cursen con inflamación, como la artritis, la pancreatitis y la diabetes tipo 2.
- Destaca su acción antioxidante para ralentizar el proceso de envejecimiento celular, al ser capaz de neutralizar el efecto adverso de los radicales libres, previniendo así algunas enfermedades degenerativas como por ejemplo la demencia y el alzhéimer.
- En la prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, la cúrcuma también ha demostrado que disminuye la tasa de glucosa en sangre y el colesterol y los triglicéridos, por lo que está indicada en casos de diabetes e hiperlipemias. Y al tratarse de un antiagregante plaquetario, también podría ser una gran aliada en la prevención de trombosis.
- También posee un efecto antimicrobiano de amplio espectro para el tratamiento de heridas, úlceras y el eccema, y es analgésico, disminuyendo los dolores reumáticos y menstruales.
A la vista de estos resultados, podemos decir con total seguridad que en una cocina sana y saludable la cúrcuma es “la reina de las especias”, y nunca debería faltar.
¿Cómo pongo cúrcuma en el menú de cada día?
Yo recomiendo siempre consumirla junto a pimienta negra recién molida, esto mejora su absorción. Se puede utilizar para dar más sabor a vuestros platos, de manera similar al curry. Yo también se lo hecho a las lentejas, arroces incluso a las tortillas.
Ya saben…póngales más sabor a la vida y si es saludable… ¡ Mucho mejor !