Aún está a tiempo: el truco para no enfermar este invierno
No falla. Todos los años casi todo el mundo termina pillando alguna infección propia de esta estación: resfriado, otitis, bronquitis, gripe, anginas, bronquiolitis, gastroenteritis…
Ya desde el otoño el organismo se vuelve vulnerable casi a cualquier virus y bacteria. Y por culpa de ellos tarde o temprano acabas postrado en la cama, con fiebre, la nariz taponada, la garganta dolorida e incluso puede que con el estómago también afectado. En esos momentos sólo te acuerdas del caldito de tu madre. Este estado nos incomoda mucha y probablemente te encantaría poder pasar el tiempo a “cámara rápida”, para superar cuanto antes ese episodio. Pero como siempre os digo, el cuerpo necesita su tiempo.
Pero hay algo todavía más “irritante”. Seguro que conoces a alguien que nuca se pone malo. Su sistema inmunitario parece infalible los 365 días del año. Todo el mundo envidia esa capacidad de estar en plena forma en cualquier estación. Pero, ¿cuál es el truco de esas personas para evitar las infecciones? Como ya comenté en una entrada anterior, es fundamental no tener interferencias en el sistema nervioso, para que el cableado de nervios estimule y controle nuestras defensas, un ajuste quiropráctico siempre estimulará tu sistema inmunitario.
La solución antimicrobiana más potente del mundo
Lo más probable es que esa persona haya confiado a las abejas la protección de su sistema inmunitario, es decir, su defensa natural. Y es que, si hay un animal que lo sabe todo sobre la inmunidad, es la abeja.
Este insecto fabrica sustancias antimicrobianas que se encuentran entre las más poderosas del mundo, y de tan amplio espectro que protegen contra la mayoría de virus, bacterias y hasta los microbios más feroces.
El famoso investigador danés Karl Lund Aagaard estudió los efectos del propóleo durante más de 20 años en más de 50.000 personas. Entre sus detalladas valoraciones, explica que “el campo de influencia del propóleo es extremadamente amplio. Incluye el cáncer, las infecciones urinarias, el dolor de garganta, la gota, el resfriado, la gripe, la bronquitis, la gastritis, los problemas de encías, las infecciones intestinales, las úlceras, la neumonía, la artritis, los dolores de cabeza, los problemas de circulación y la conjuntivitis”. Ya sé que te están entrando unas ganas locas de hacerte una infusión con miel, ¡Yo ya tengo la mía!
Desde su aparición, las abejas han ido desarrollando sofisticados productos: tanto la miel como el propóleo, la jalea real y la cera son antibacterianos. Algunos son incluso antiinfecciosos y antifúngicos. Y son indispensables para asegurar la supervivencia de la colmena en un mundo de depredadores feroces, de hongos patógenos y de bacterias:
¡ HACEN LO MISMO DENTRO DE TU CUERPO !
Un poquito de historia…
en la antigüedad, los egipcios imitaban a las abejas embalsamando a sus muertos con propóleo. Y eso es lo que explica el excelente estado de conservación de las momias egipcias. El propóleo es tan eficaz para matar microbios de cualquier tipo que el lutier Stradivarius lo utilizaba como barniz para proteger sus preciados violines, hechos para durar durante siglos. Todavía hoy se utiliza un barniz a base de propóleo para proteger las maderas muy expuestas.
Propóleo contra las infecciones de las vías respiratorias
El propóleo es un recubrimiento que las abejas colocan en todas las paredes interiores de la colmena para asegurar su impermeabilidad y sobre todo para combatir cualquier ataque de hongos y bacterias.
Las abejas fabrican el propóleo a partir de diversas resinas que recolectan en los brotes y la corteza de los árboles (especialmente álamos y coníferas), a las que añaden cera y secreciones salivares. El propóleo es rico en más de 300 sustancias activas y su composición depende de las flores disponibles en cada región del mundo, a las cuales las abejas acuden. La gran variedad de mieles -en colores, texturas y aromas- es equivalente a la de tipos de propóleos que existen.
Estimula tus defensas inmunitarias
El propóleo posee una acción equilibrada y puede ser usado para cualquier indicación, ya que refuerza las defensas del sistema inmunitario. Y esa es la razón por la que se usa para combatir las infecciones respiratorias como gripe, resfriado, bronquitis, dolor de garganta, etc. Es una fuente excelente de ácido cafeico, que estimula la respuesta inmunitaria.
El propóleo también tiene un potente efecto antioxidante gracias a los flavonoides que contiene (especialmente apigenina), que le confieren además una acción inhibidora ante la replicación (reproducción) de los virus.
Yo lo recomiendo en spray, es más cómodo de transportar e hidrata la mucosa de la garganta.
Propóleo contra el resfriado y las otitis
Pocas sustancias naturales son realmente eficaces contra el resfriado. En 1987, un equipo de investigadores polacos dio un placebo y un extracto de propóleo a dos grupos distintos de personas. El resultado fue que el propóleo aceleraba la curación en un 250%. ¡Qué interesante!
Las otitis (inflamaciones de las mucosas del oído que a menudo afectan a los niños) son tratadas con frecuencia con altas dosis de antibióticos con serios efectos secundarios, por ejemplo, el debilitamiento del sistema inmunitario. Recientemente un equipo de investigadores italianos demostró que una suplementación con gotas de tintura madre de propóleo combinadas con zinc permitían disminuir la incidencia de las infecciones crónicas de oído en un 32%.
Jalea real, el caviar de la colmena
Aún más elaborado que el propóleo, la jalea real es el producto más preciado de la colmena. Tal y como sugiere su propio nombre, está reservado a la abeja reina. O más bien casi reservado, ya que se hace una excepción con las larvas en su primera fase de crecimiento. Se les dan 180 milésimas partes de gramo al día, y el resultado es espectacular.
Gracias a la jalea real, la reina puede llegar a vivir 6 años, mientras que una abeja obrera no vive más de 45 días.
La reina es la encargada de poner todos los huevos de la colmena. Sin jalea real no habría reina y sin reina no habría abejas. De ahí el papel fundamental que juega en la supervivencia de la colmena.
La jalea real la producen las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de las jóvenes abejas alimentadoras. Estas abejas pueden fabricar entre 300 y 800 gramos por colmena y año.
Su sabor es picante y ácido, con un pH que varía entre el 3,7 y el 3,9. Contiene un 65% de agua, un 15% de glúcidos (en su mayoría fructosa, el azúcar proveniente de la fruta, y glucosa), entre el 13 y el 18% de proteínas, un 1,5% de minerales y oligoelementos y entre un 4 y un 6% de lípidos, incluyendo un ácido graso específico, el 10-hidroxi-2-decenoico, es un ácido graso con un potencial excepcional, ya que es capaz de frenar el envejecimiento del organismo. Y sólo se encuentra en la jalea real.
Este es uno de los misteriosos componentes de la jalea real que forman lo que se conoce como “factor R” y que agrupa sustancias que, sin conocerse con precisión, se consideran un “factor de rejuvenecimiento”, es decir, que son responsables de su efecto antienvejecimiento.
También es rica en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 ó PP, B5, B6, B8, B9). De hecho, es el producto natural más rico en vitamina B5 (ácido pantoténico), indispensable para la vida celular.
La vitamina B5 interviene en la producción de energía, la respuesta al estrés, la síntesis de la hemoglobina, la transmisión de influjo nervioso… Las personas con carencias de vitamina B5 pueden sufrir el síndrome de los pies quemantes, alopecia o incluso provocar la descamación del cuero cabelludo.
La jalea real contiene también vitamina liposoluble E, útil para la fecundidad. Además, posee oligoelementos (como hierro, oro, calcio, cobalto, silicio, magnesio, manganeso, níquel, plata, azufre…) y acetilcolina (hasta 1 mg por cada gramo), así como una proteína que juega un papel importante en la diferenciación de las abejas -entre la abeja reina y las obreras- en la etapa larval.
La jalea real ataca a las bacterias patógenas, hongos y virus
Puede ser tomada todo el año, y especialmente en los períodos de epidemia de gripe o en los que se encuentre falto de energía. Por otro lado, la jalea real y el propóleo pueden provocar alergias. Si eres alérgico a la miel, es mejor ser prudente, pues probablemente también lo sea a la jalea real y al propóleo.
Una buea fórmula de jalea real + propóleo + tomillo
Es fórmula con la que reforzar las defensas naturales y combatir las infecciones a lo largo de todo el invierno.
El tomillo es otra de las soluciones naturales más eficaces que existen para tratar la tos provocada por la bronquitis.
Entre todos los tratamientos naturales, el propóleo, la jalea real y el tomillo son elementos clave por su eficacia frente a las infecciones de las vías respiratorias, como bronquitis, resfriado, gripe, anginas y bronquiolitis. Ayudando a su sistema inmunitario con estos tres elementos, reducirás al máximo el riesgo de ser invadido por los virus y bacterias que circulan por el ambiente, ya sean gastroenteritis, otitis, Candida albicans o cualquier otro.
¡Ya sabes como meterle mano a los posibles invasores !